Fotos. Un día te miras en ellas y ves a otra persona. No sabes si eres tú el que ha cambiado o es que ahora eres capaz de verte de otra manera. Pero no debería de extrañarte.
¿Te suena la vieja cantinela de las parejas que, tras más de 4 años juntos se acaban divorciando? La canción tiene diferente letra, pero siempre la misma melodía: Toda una vida con esta persona y ahora no sé ni con quién he estado. Nunca nos hemos llegado a conocer del todo.
Pues bien, eso nos pasa a nosotros mismos. No sabemos quienes somos, qué debemos hacer ni por qué estamos aquí. No le hemos pedido a nadie que nos traiga. Aprendemos cosas nuevas, y nos aburrimos si no tenemos nada que hacer. Porque creemos saberlo todo. Porque nunca pensamos en algo que no sea nosotros mismos. Solipsismo.
Conozco a alguien que no niega su solipsismo y, aunque a él le inquieta, a mí me gusta. Me incita a demostrar que soy real, que tengo algo que aportar... Y en ese momento, al verme derrotado, empieza a dejar de gustarme. Me siento perdido fuera de mí.
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
1 comentari:
solipsismo...gracias a tu blog y a google, por fin hoy le puedo poner un nombre a lo que yo pensaba que era una más de mis descabelladas elucubraciones mentales
Publica un comentari a l'entrada