[...]La verdad es que tengo que escribir un libro. Al menos uno en mi vida. Sólo espero tener la suficiente constancia como para eso. Y lo único sobre lo que me veo capaz de escribir no es sobre mi vida, sino las conclusiones a las que he llegado a través de ella. Me estoy dando cuenta de que realmente tengo una manera un tanto curiosa de ver las cosas y el mundo en general y ciertamente, en lo que llevo de tiempo he descubierto que no hay nada que me lo haya contradicho nunca todavía. Y en vista de que en ese estúpido cuartel consiguieron en gran medida anular mi conciencia y casi mi voluntad, creo que lo que sé es demasiado valioso como para que se pierda con el tiempo que a todos nos consume. Si tuviera el don de la visión todo sería diferente, porque podría comprobar mis pensamientos. Pero no lo tengo y lo único con lo que lo podré comprobar será con el tiempo. Así que a escribir, porque tengo [...]
[...]Porque el cansancio físico que se siente es tan grande, que lo único que te hace seguir adelante, es tu mente. El no rendirte y seguir andando, por la noche, sin saber a dónde vas, con una mochila de casi treinta kilos, durmiéndote de pie, sin saber si dónde pisas hay un agujero o una piedra. Pero llega un punto en que te preguntas ¿por qué? ¿Por qué sigues? Porqué es tu trabajo, porque es lo que te mandan... Pero eso no es un motivo, ¿no? ¿Hasta dónde aguanta uno el sufrimiento? ¿Hasta que das todo de ti? Y si llevas dándolo todo desde hace meses, ¿por qué siguen exprimiéndote? Todo pierde el sentido. Ahí se anula tu mente. Pero cuando sigues sin razón haciendo algo sin sentido... hay algo más que empieza a romperse dentro de ti. No sé si has tenido nunca esa sensación. No es agradable.[...]
Con tu permiso... Aquí tienes un diario. Íntimo. O algo así.
Quines coses pasen! El pitiús ha quedado ¿¡3-3!? Animaremos en Ibiza y lo solucionaremos todo, aunque para ello tenga que perderme el concierto de los punsetes.
A mí últimamente solo me tocan cosas buenas, soy muy feliz.
Aparte de eso tambien he sufrido (pero poco). Una infsufrible clase de psicología rodeado de ineptos, entre ellos la profesora. Por dios, ser psicólogo supone cierta habilidad de control de un grupo, y no que te repitan las mismas preguntas de diferente manera para responderles igual volviendo a generar el mismo debate hasta que a mí me dan o bien ganas de dormir, aunque con razón tras "solo" tres horas de sueño o otra eternidad, o ganas de autolesionarme (por no lesionar a otros, que uno es muy respetuoso).
No me han dado ganas ni de decirle a la profesora que yo estudiaba psicología, vaya a ser que la gente y ella se pensasen que estaba formándome un modelo a partir de su persona.
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1 comentari:
tu mente no tieeene limites , estudia otra cosa como por ejemplo medicina.
A ver cuando publicas ese libro que lo quiero leer para reirme mucho de las paranoias que cuenta.
cuidate señor tastiman!
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