Venga Tasio, levántate pronto que hoy has de hacer un experimento a primera hora y la profesora dijo que quería puntualidad. Bien, has llegado 10 minutos antes. Por ahí está Yanique, que la muy burra ha llegado a y media porque no ha encontrado tráfico y también quería llegar prontito (a veces que no haya tráfico también puede ser desesperante). Hora de hacer el experimento, llegamos al laboratorio, que no es una zona llena de matraces Erlenmeyer sino una sala de cabinas como la del tío de "pocojonúo", y está la profesora sola preparando sus cosas: -Esperemos a que lleguen los demás, que aún es pronto. - a mí no me engañan, para eso no hace falta llegar puntual a clase, si se va a esperar a los que no llegan a la hora. Enfin. El experimento lo empezamos un cuarto de hora más tarde, y fue bastante curioso a la par que aburrido (rellenar tests no es la juerga padre, y en psicología acaban siendo demasiado frecuentes). Por lo demás, día normal. Huyo de psicología del desarrollo para ir a comer. Han cambiado la residencia, así que ahora estoy desubicado para irme a comer, y por eso acabo llegando a las 15 y pico, en vez de a las 14 40 que solía llegar antes. La vuelta, cojo un autobús mal, pero lo arreglo caminando un huevo de rato, cosa que me hace entrar a las 16 a casa. Descanso un ratito y a entrenar.
El juego de las cartas. Cuatro veces contra Crespo y solo una vez con pareja decente. Crespo super motivado, con lo que me llevo un volantazo en uno de mis "mejores" momentos de juego. -¿
Dónde te ha dao?. - En todo el ojo. Pero... ¡no pasa nada, soy guay, un poco de hielo y au! El resto del entreno desquiciadito y con la mitad de la visión, me toca pagar coca-cola. Se la doy a Crespo, que se la he ganado. Al acabar el entreno me dicen de ir a ver al Madrid de baloncesto, que juega la euroliga... "Bueno, vale. Creo que así arreglaré el día"
Cuando llego allí, llamo a Eli y me dice que no han tenido tiempo de salir y que si salen ahora llegarán a ver el último tiro libre del partido, que pasan de ir. Me pide disculpas:
- No pasa nada, jeje.
A mí me ha condicionado Miliki, lo mío no es normal. Ahora, muerto de sueño y cansancio, con el ojo izquierdo medio caído y el otro que se quiere cerrar para dormir, escribiendo:
La llegada del hinvierno nos engaña
con colores cálidos en la calzada,
las hojas caen y el árbol vive,
habrán problemas, pero todo sigue.
Mañana saldrá el Sol
y seguiréis a oscuras.
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