Ganas de hacer algo y no hacer nada. Cansancio, sin poder dar una explicación clara de porqué estoy cansado. Horas delante de una pantalla. La mayor parte del tiempo en mis vacaciones lo paso así. Sin embargo, durante el día, cuando me muevo o simplemente miro a mi alrededor para pensar, hay una extraña felicidad que me dice que es navidad.
Una presencia diferente a algo que se pueda sentir en otra época del año. La gente cambia en navidad. No penséis que siempre y solo sea a mejor, pero cambia. Estar estresado porque no sabes qué regalar a una persona a la que ni siquiera tienes ganas de dar un regalo (los regalos a los amigos invisibles deberían ser invisibles), por suerte o por desgracia, también es navidad.
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