dimarts, 21 d’abril del 2009

Hoy es Sant Jordi

Hoy es Sant Jordi. De nuevo, no lo voy a celebrar, y eso que a estas fiestas las aprecio más que San Valentín, que nadie sabe de dónde viene aparte del Corte Inglés (es una fiesta pagana de orígen romano que ha sobrevivido a la opresión cristiana, solo que como ha pasado con otras tantas cosas, ahora lellaman santo) y solo sirve para putear a los novios y para crear falsas esperanzas a los necios faltos de amor.
Como iba, hoy es Sant Jordi y no lo voy a celebrar. Y eso que me apetece aparecer ante alguien, quien sea, pero que aprecie mínimamente, eso sí. Que tampoco estoy tan loco como para aparecer con un libro y una rosa para dársela al vagabundillo simpático de al lado de mi casa que siempre dice (muxaxo uma momeda para alluda?) con su boca falta de dentadura, aunque tampoco creo que sea una conducta demasiado reprobable.
Pues eso, que hoy es Sant Jordi y no lo voy a celebrar, pese a que me apetezca aparecer ante alguien apreciado con una rosa y un buen librito, de esos en los que los dragones son mumalos y en los que los príncipes hacen brotar rosas de la sangre derramada. Una pena que éstas cosas solo pasen en los libros. En el mundo real no pasan estas cosas. Los príncipes se casan con periodistas, los dragones solo se encuentran en China y en la casita comiendo mosquitos, y las rosas las traen de Irán. Aunque éstas cosas sí que pasan en los libros, o en cualquier cosa que se pueda escribir como este blog. Qué morro tienen los libros.
Enfin, que hoy es Sant Jordi y no lo voy a celebrar, pese a que me apetezca aparecer ante alguien aprecieado con una rosa y un buen librito de esos en los que los dragones son mumalos y en los que los príncipes hacen brotar rosas de la sangre derramada, aunque a veces a mí me dé envidia tanta felicidad y sea una pena que tanta imaginación pocas veces traspase el papel más allá de las letras para convertirse en una realidad.

Bueno, diré que ésta es otra forma de celebrarlo. Con envidia al día del libro, pero de la sana.