Y, como una niebla espesa tras semanas ahí puesta en una ciudad, tal como llega, se dispersa el horrorismo. Pero así como llegó avisando y poco a poco , se ha marchado deprisa y sin decir nada, de modo que hasta se le hecha en falta. Quién sabe, a lo mejor se ha aislado en un punto del mar durante un rato, sin molestar, o a lo mejor solo está de vacaciones. Sea como sea, ahora estoy desorientado, pues todo aquéllo para lo que me había preparado ahora ya no vale. Como una ciudad sitiada que consigue firmar la paz sin ninguna lucha, y no entiende por qué ha tenido que moverse tanto, me siento yo ahora, tras esta disipación.
Pero siempre habrá otras sorpresas que le despierten a uno de su sueño. Como por ejemplo, jesucristo paseando por la calle. Hoy es domingo de ramos, y me he enterado de que en cierto modo no solo las fiestas de navidad no son las únicas que han promovido el consumismo (quien no estrena algo, no tiene manos), pero ese es otro tema. Hoy jesucristo me ha despertado, y lo que es peor, me ha hecho pensar en lo raro que ha sido mi sueño. Porque no es normal que te despierten los fuertes pasos del hombre-dios a las tantas de la noche, y no debería de ser así, pues yo no vivo en Sevilla. Así que, tonto de mí, he pensado que me había pasado eso. Y he visto a mi abuela llegar de la calle, yo pensando que salía para algo así como una misa del gallo. Expectación, hasta jolgorio era el aroma proviniente de más abajo, en el camino a la iglesia. Y es que eso de saber que alguien va a morir siempre es algo que atrae. Y sino, que se lo digan a la mujer del gran hermano inglés, que la pobre no habría encontrado forma mejor en muchos años para hacerse famosa a parte de anunciar su muerte. Bueno, pues yo no sé si jesús conocía esa estrategia de márketing, lo que no entiendo es cómo consigue para hacernos celebrar cada año dos veces que ha nacido y que ha muerto con sólo 4 meses de diferencia entre una cosa y otra. Como consigue que los dos períodos de vacaciones más deseados por los currelas (y aún más por los no tan currelas como yo) dependan de su nacimiento y de su muerte. Que, oye, desear que alguien haya nacido para poder celebrarlo no está tan mal, pero...¿desear la muerte de alguien para celebrarla? ¿Cómo se celebra eso? Quizá, con la célebre canción de Alicia en el País de las Maravillas "feliz feliz no cumpleaños", pues dejar de cumplir años es algo común a todos los muertos. No me parece mala idea, de hecho, es mucho mejor que tenerme que despertar a las 10 de la noche haciéndome pensar que ya son las tantas de la madrugada. Pero quizá también haya ota forma de celebrar mejor la muerte de jesucristo.
Y qué mejor que ver la vida de brian, pues, aquéllos que no han tenido la suerte de morir en las santas condiciones del niño dios también tienen derecho a ser recordados, pues digo yo que él tambien murió para salvar a tipos como Brian.
Quizá los cristianos más puritanos me digan que me equivoco, que Semana Santa no es sinónimo de celebración sino de purga corporal y anímica (del alma). Pobres de ellos, perdidos en la solitud de sus creyencias, únicos creyentes de su propio dogma.
dilluns, 6 d’abril del 2009
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